domingo, 23 de octubre de 2011

EPICUREOS Y ESTOICOS

ESCUELAS PENSAMIENTO GRIEGO:

EPICUREOS Y ESTOICOS

La Filosofía griega representa uno de los más importantes ciclos del pensamiento occidental, ciclo que se inicia con los presocráticos, desarrollada con los sofistas y Sócrates, adquiere su apogeo en la filosofía platónica y aristotélica y entra en crisis con la Filosofía Helenista. El mejor momento del pensamiento griego hay que situarlo en Platón y Aristóteles y el momento de decadencia en la época helenística. Con los griegos aparece por primera vez el pensamiento en todas sus manifestaciones (ciencia, filosofía, matemática) y pocas veces se han dado autores que hayan compaginado tan estrechamente las investigaciones citadas.

Según los autores Ortega y Gasset afirmaron que el mundo antiguo fue cosmológico, el medieval teológico y el moderno antropológico. A diferencia del pensamiento moderno, en general, los griegos fueron optimistas en cuanto a la posibilidad de acceder a la realidad.

Escuelas del Pensamiento Griego

Estoicos

El estoicismo fue fundado por Zenón de Citio (h. 334-262 a.C.), de origen chipriota, se trasladó a Atenas en el 311 a. C., y después de tomar contacto con la filosofía socrática, cínica y megárica, creó una escuela en una Stóa poililé, es decir, “pórtico pintado”, palabra de la que deriva “estoicismo”. Zenón escribió numerosas obras entre cuyos títulos destacan: De la vida conforme a la naturaleza; De los universales; Argumentos dialécticos y De las pasiones.

La grandeza de la escuela, tanto por la cantidad, calidad y variedad de sus representantes, así como por su prolongada presencia a lo largo de los siglos, llevó a los investigadores a dividirla en tres: Estoa Antigua (siglos III y II a.C.): Zenón de Citio, Aristón de Quíos, Cleantes de Assos y Crisipo de Soles; Estoa Media (siglos II y I a.C.): Panecio y Posidonio; y Estoa Nueva o "estoicismo romano" (siglos I, II y III después de Cristo): Séneca, Epicteto, Marco Aurelio.

Algunos aspectos fundamentales del estoicismo cómo una filosofía puede responder al desafío de la salvación de forma muy distinta a las religiones, utilizando simplemente la razón, aportando soluciones ante la necesidad de vencer el miedo a la muerte. Esta filosofía de divide en tres grandes ejes:

La Theorìa: la contemplación del orden cósmico. Según Luc Ferry (pag.42) “la theoría significaba el esforzarse por contemplar aquello que de “divino” que tiene la realidad que nos rodea”. Es decir de ver lo más esencial, lo más significativo, lo más importante, lo más íntimo, “la armonía, el orden justo y bello que los griegos denominaban cosmos”. Este orden cósmico no es solo algo que estaba magníficamente organizado, sino que también tiene un orden análogo al igual de un ser viviente, y además racional.

Aunque algunos afirmaban lo contrario, como es el caso de Cicerón en su Ensayo de Sobre la naturaleza de los dioses (I, 425) en donde se mofa de los pensadores como Epicuro, ya que estaba en contra de que el mundo tuviera un orden sino por el contrario era un caos. Todo ello partiendo de que la naturaleza funcionaba con normalidad aunque de vez en cuando ocurriera un desastre todo volvería a estabilizarse.

La Ética: Una forma de justicia que adopta como modelo el orden cósmico. A pesar de que la filosofía estoica está primordialmente referida a la ética, a la práctica de la vida virtuosa, el imperativo de supera el temor obliga a buscar un fundamento a la moral. No basta aconsejar al hombre una conducta ascética, una vida virtuosa. Todo ello carecería de sentido sin saber, primero, qué es la naturaleza en la que el hombre está inmerso. De este modo la ética estoica supone una física, en la que se trata de dar esta visión de conjunto de la naturaleza como fundamento teórico para la práctica

Del amor a La Sabiduría a la práctica de la sabiduría: no hay que temer la muerte, no es más que un tránsito, porque somos un fragmento eterno del cosmos: Los estoicos al igual que el resto de los filósofos existe algo más allá de la moral. Pero aunque los seres humanos no se sentaran a filosofar, así como también las religiones prometen ayudar a salvarnos acudiendo a los Dioses. Entonces los estoicos recurren a la práctica de sabiduría ejercitando el pensamiento y la acción, alcanzando una cierta forma humana, si no de inmortalidad, a l menos de eternidad. Esto puede ser llevado a cabo a través de las obras, las acciones y las palabras que son perecederas.

Cuando Zenón muere en el 261 a. C. se hacen cargo de la escuela Cleantes y Crisipo. Este último dirigirá la Stóa desde el 232 a. C. hasta su muerte, acaecida en el 208 a. C. Crisipo fijó el canon del estoicismo, perfeccionó las investigaciones lógicas y sistematizó las enseñanzas de Zenón, llegando a ser tal su fama e importancia que se decía que Sin Crisipo no habría habido la Estoa. Desgraciadamente de su obra sólo han sobrevivido algunos escasos fragmentos.

Epicureos

El epicureísmo es un sistema filosófico enseñado por Epicuro de Samos, filósofo ateniense del siglo IV a. C. y seguido después por otros filósofos, llamados epicúreos. En el año 306 a. C. Epicuro adquirió la finca llamada "El Jardín" en las afueras de Atenas y fundó su escuela de filosofía, donde proponía la realización de la vida buena y feliz mediante la administración inteligente de placeres y dolores, la ataraxia y los vínculos de amistad entre sus correligionarios. Este placer no debía limitarse sólo al cuerpo, como preconizaba el hedonismo cirenaico, sino que debía ser también intelectual, ya que el hombre es un todo.

Los epicúreos afirmaban que el Universo se compone de infinitos elementos últimos indivisibles (átomos). Los átomos sólo se diferencian entre sí por la forma y el peso y se encuentran en un espacio vacío infinito. No hay nada fuera de esto (materialismo) Los epicúreos creían que incluso el alma es material, que está compuesta de átomos. Que el alma es una materia sutil que perece con el cuerpo como todos sus órganos.

En el terreno de la Ética, sostenían que lo moralmente bueno es el placer, concepción heredada de Aristipo. El sentido original de la palabra "bueno" es placentero. Nada tiene que ver con la conformidad a un orden de ideas o a un orden natural de las cosas. Del mismo modo, se denomina "malo" a lo que nos acarrea dolor. “El placer es el principio y el fin de la vida feliz.” Los epicúreos entendían el placer de un modo sutil, alejado del sensualismo y el desenfreno. Y siendo el placer la ausencia de dolor y la paz del espíritu, el mismo debe buscarse en el reposo. Para los epicúreos los placeres espirituales están por sobre los sensibles. El hombre no debe entregarse ciegamente a los placeres que se le ofrecen, sino que debe utilizar la razón para evaluar si ese placer momentáneo no le acarreará luego un dolor mayor. Sin razón y prudencia no se puede tener una vida feliz.

Por último el arte y pensamiento griego tienen un periodo de tres siglos muy significativo en su formación. Es cuando se consolidan tendencias de influencias y desarrollos, asegurando la trasmisión, retroalimentación y el canon de lo considerado clásico, bello, exacto en el caso de las ciencias y racional para la filosofía, base del pensamiento occidental.

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